Mis amigos:
Antes de empezar a leer mi respuesta, les recomiendo leer el mensaje de José Alfredo y la carta de Ernesto Maurer. (NR: La misma se encuentra en este mismo blog)
Queridos José Alfredo, Ernesto y demás amigos:
Ciertamente la Carta de Ernesto es muy interesante y autocrítica. Es un intento adicional en el interés de ayudar a los rotarios a “encontrar el sentido” de pertenecer a Rotary. ¿Para que estoy en Rotary? ¿Qué debo hacer en mi club para “encontrar sentido”?
Ha estado cavilando en estos alegres días de Navidad y año Nuevo con relación al Desarrollo del Cuadro Social que nos impone estar por encima de 1000 socios para sobrevivir como Distrito 4290. Varias veces hemos alcanzado esta meta y otras tantas hemos descendido. Permítanme compartir hoy con Ustedes algunas de esas meditaciones sobre las causas de este fenómeno pues, una vez mas es válido decir que, solo conociendo las causas de los problemas podemos evitar o al menos morigerar sus efectos.
El supuesto de la condición de hombre racional le impone a este la búsqueda de la trascendencia, que no es otra cosa que la búsqueda del “sentido en sus acciones y omisiones”. Goethe ya lo escribió “En el principio era el sentido”. La perdida de este “sentido” es el nihilismo, la angustia existencial que empuja al hombre a la neurosis y cuando menos a la irresponsabilidad. La búsqueda de la trascendencia empuja al hombre a encontrar el “sentido” de sus acciones.
Un animal “irracional” no se pregunta el sentido de su existencia. Simplemente “existe”. Son los instintos los que guían sus actos, siempre repetitivos, siempre predecibles, susceptibles de mejorías y cambios a través de la educación, siempre impartida por un ser racional, e imposible de transmitir genéticamente o culturalmente a sus herederos.
Solo el hombre es capaz de modificarse y modificar su entorno y lo más importante, transmitir a sus semejantes y herederos a través del ejemplo y la educación esas modificaciones y mejoras. Una perra amaestrada no parirá perritos amaestrados ni será capaz de amaestrarlos. El ser humano tampoco parirá seres educados, pero a diferencia, sí está en condiciones de educarlos y transmitirle sus propios valores y aprendizajes.
Para un hombre trascendente y más si está angustiado,- y el hombre del siglo XXI de alguna manera esta angustiado-, todas sus acciones deben conducirlo a alguna parte y aquellas que no son trascendentes son descartadas para liberar nuestro “equipaje”. Si Rotary no tiene “sentido”: ¡Fuera Rotary!
Victor Frankl, maestro de la llamada Tercera Escuela de Viena, la de la logoterapia, - que no es otra cosa que la terapia de la búsqueda del sentido-, enseña que en su accionar “el hombre participa en tres dimensiones distintas: Primero la corporal, somática u orgánica; segundo, la síquica o mental en sentido estricto; y tercero, la intelectual que es la dimensión específicamente humana, la propia de las personas”. Partiendo de la afirmación de Wilhem Stekel que “un enano en hombros de un gigante siempre verá un poco más que el propio gigante”, añadamos a la lista de Frankl una cuarta dimensión: La dimensión social.
La dimensión social de la acción humana, rotaria o no, es el “servicio en la comunidad”. Que hace el individuo en su comunidad, -que algo hace-, o que deja de hacer, -que algo omite-; como lo hace y a quien o quienes beneficia o perjudica con esa acción o esa omisión, son los elementos de evaluación de su quehacer.
¿Cual es el “sentido” de Rotary para cada Rotario? ¿Para cada uno de nosotros? ¿Qué aportamos a Rotary como organización? ¿Que nos aporta Rotary a nosotros? ¿Para que estoy en Rotary? ¿Por qué estoy en Rotary?
Creo firmemente que como líderes de esta organización nuestra misión prioritaria es ayudar a cada Rotario a encontrar respuesta a estas y otras preguntas de similar calibre. Ayudarles a encontrar su dimensión social en el “sentido de su permanencia en Rotary”. Hacer “logoterapia”. Si es la creación de “network”, ¡pues que sea! Si es solo socializar ¡pues que sea¡ Si es figuración comunitaria, ¡pues que sea¡ Estoy de acuerdo en que no somos una entidad de beneficencia pero si quieren hacer beneficencia ¡pues que la hagan¡.
Recordemos que los motivos o razones por las cuales ingresamos a Rotary son no solo múltiples si no también cambiantes en el tiempo. Por esto no habrá respuestas colectivas sino individuales. Cuando mucho algunas coincidentes. Brindémosles a cada rotario la oportunidad de la acción que tanto han buscado. Apoyémoslos en encontrar su propia misión. Permitámosles crear conciencia de su rotarismo. Orientémoslos en la búsqueda de la dimensión social de su existencia, pero no podemos tener en nuestro cuadro social a Rotarios para quienes Rotary no significa nada. ¡Creemos Visión!.
Creo que así tendremos rotarios mas comprometidos, más eficaces,……..más estables.
Un abrazo y felicidades a todos
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Jose Antonio Salazar-Cruz
Tel: 57 1 601 2222 Ext 202
Fax: 57 1 6 22 49 67
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