martes, 11 de noviembre de 2008

Las Diez Etapas del Ciclo de Vida Corporativo, Aplicada a los Clubes Rotarios


Nuestro querido amigo, Arturo Garza Uribe, nos envía este maravilloso trabajo que compartimos con todos nuestros lectores. Espero lo disfruten y le saquen el mejor de los provechos

Nacimiento
Esta es la etapa en la que un Club Rotario en funciones se propone a organizar un nuevo club, y el club padrino hace un compromiso con el Gobernador del Distrito para realizar dicha tarea. Los rotarios del club padrino se enfocan en la composición de la membrecía para fundar el nuevo club, a la vez que conciben un ambicioso plan para constituir una nueva unidad de servicio.

Infancia
Durante esta etapa el club comienza a operar bajo la vigilancia del club padrino, mientras que el club en ciernes, se mantiene en espera de que le llegue la Carta Constitutiva de parte de Rotary International, la cual llegará muy oportunamente. En esta etapa el club padrino se da a la tarea de informar y capacitar a los rotarios del nuevo club. Simultáneamente, los socios fundadores comienzan a convivir y a formar los lazos de amistad entre sí, que servirán para solidificar al nuevo club rotario. Este proceso es un momento crítico en el futuro éxito del club. En esta etapa persiste la necesidad de que los socios adquieran más conocimientos y mayor experiencia del quehacer rotario. Es en este lapso en el que los pequeños problemas pueden convertirse en situaciones críticas.

Mortalidad Infantil
Generalmente, durante esta temprana etapa el club comienza a generar confianza por los conocimientos adquiridos, a la vez que adquiere la vitalidad y el vigor para enfrentar los desafíos que le acechan. El alimento del club es el Aumento del Número de Socios, que significa más manos para realizarse como club dentro del Objetivo de Rotary. De la misma manera, como imperativo para evitar un desenlace crítico es el que se genere el respeto y la confianza entre los socios y sus respectivas familias, de ésta manera se crearán amistades perdurables. Una iniciativa que se considera prioritaria en el éxito del club es la de dar énfasis a la Avenida de Servicio en la Ocupación.

Si el club llegase a eludir la práctica del desempeño saludable antes mencionado, será entonces cuando la etapa de la mortalidad infantil se hará presente. Comúnmente en este lapso se pierde la visión del sueño original con el que se organizó el club, y con ello la pérdida de la pasión por realizarse en el servicio y el club desaparece.

Pubertad
Esta es la etapa de rápido crecimiento en la membrecía y en la que los socios del club adquieren un mejor conocimiento entre sí y comienza el desarrollo de amistades en un ambiente de un fuerte compañerismo. Los socios comienzan también a sentir que el nuevo club está vigoroso, e inclusive es común el que se comienza a crear una especie de arrogancia de grupo. El club para entonces ya practica su operación de acuerdo a la estructura que Rotary recomienda para los clubes, y comienza a fortalecerse su operación, y las funciones de las diferentes Avenidas de Servicio se llevan a cabo equilibradamente. El club comienza a crecer y los nuevos socios fácilmente se integran con los socios fundadores.

Adolescencia
Durante esta etapa, es común que el club experimente el problema de cómo integrar a algunos de los socios de nuevo ingreso dentro del club. La situación que se presenta es que un número importante de los socios a su ingreso no cumplieron con el perfil y la calidad que Rotary recomienda en los Estatutos Prescritos a los Clubes Rotarios. Aquí, es el momento en que se comienza a sentir desavenencias con la consecuente disparidad de opiniones manifestadas por la membrecía con relación al rumbo que está tomando el club, por cuyo motivo es probable que se susciten inconformidades entre los integrantes del club. Si el club logra navegar exitosamente en esta etapa de la Adolescencia, y se desempeña con buen criterio, y funciona de acuerdo a los cánones de la filosofía rotaria, el club estará en condiciones de entrar en la etapa de Plenitud.
Envejecimiento Prematuro

En la adolescencia los humanos padecen de dolores intensos los cuales les hace olvidar la creatividad, la energía, y el romance que se experimentó durante los traumatizantes años del desarrollo. El riesgo que esto implica en las organizaciones, es el mismo que también aflige a los humanos el cual es el olvido del entusiasmo y la motivación de la etapa de la pubertad. Los socios quienes tradicionalmente critican la mayor parte de todo tipo de iniciativa, se encargan de objetar la creatividad como recurso para obstaculizar las iniciativas, utilizando en exceso los procedimientos y el papeleo para inhibir la actividad. La ausencia de un liderazgo provisto de convicciones íntegras y dinámicas, y además inmerso en proyectos apasionantes, ocasionará el que ésta falta de pasión será la causante de que los clubes rotarios envejezcan prematuramente.
Socios no Realizados

Si el club rotario llegase a experimentar la situación mencionada en el párrafo anterior, los socios empezarán por sentir que lo que está sucediendo en el club no cumple con las expectativas, la misión y los objetivos que originalmente lo atrajeron al club. Por consecuencia los socios no se sentirán realizados y desertarán al club o bien se mantendrán apáticos a todo tipo de iniciativas de servicio.

Plenitud
Esta es la etapa en la vida del club en el que todo trabaja coordinadamente y todo marcha sobre “ruedas”. El club continúa creciendo en el número de socios; existe un equilibrio en las actividades de las Cuatro Avenidas de Servicio; se cumple con éxito las recomendaciones de la Administración Eficaz de los Clubes; e, impera un ambiente de compañerismo muy cordial. El club se muestra muy activo tanto en la comunidad, como a nivel internacional y para entonces, se habrá hermanado con clubes del extranjero y simultáneamente promoviendo con eficacia la Visión a Futuro de La Fundación Rotaria. Se puede decir que el club integrado en equipos de trabajo eficaces, está lleno de vida y consecuentemente ágil y dinámico. Pero si el club no se preocupa por mantenerse en éste estado de Plenitud y comienza a “dormirse en sus laureles” éste comenzará a envejecer.

Adultez
El club que ha transitado por las etapas previamente mencionadas, comúnmente seguirá mostrándose como un organismo vigoroso, pero comúnmente le comienza a faltarle el dinamismo y la vitalidad que lo caracterizó en las etapas anteriores de crecimiento y desarrollo en la Curva de Crecimiento. Los miembros del club aceptan con gusto nuevas iniciativas de servicio, pero les comienza a faltar el entusiasmo que los distinguió en etapas anteriores. Los miembros del club admiran los éxitos del pasado y se vanaglorian de la calidad de los socios fundadores de su club. Si este diagnóstico, que implica una salud precaria, no se le atiende oportuna y eficazmente, este club comenzará a avejentarse rápidamente.

Madurez
El “no hagan olas” comienza a ser la forma de vida dentro del club. La deserción de socios se hace más aguda en el club y difícilmente se logra su retención. En otras palabras, la rotación de socios es alta. Se puede decir que los miembros padecen de la enfermedad conocida como apatía. La cultura que se respira en el club, es la de recriminar a los dirigentes del club, a la vez que los socios de antaño abogan por el cumplimiento cabal de todo aquello que les permita a ellos mostrarse como líderes de opinión en lo relativo a la filosofía rotaria. Este comportamiento hace que el club comience a evadir responsabilidades, en lo que respecta a la falta de cumplimiento de los programas recomendados por Rotary. La asistencia a las sesiones desfallece a medida que pasa el tiempo. Las cuotas comienzan a languidecer, se recrudece la falta de oradores invitados interesantes, y los socios de nuevo ingreso no perciben el ambiente de prestancia, el cual se les mencionó con énfasis cuando se les invitó a pertenecer al club.

Recriminación
En esta etapa se inicia la decadencia del club. Los críticos de siempre conducen un proceso de búsqueda de culpables, para detectar quien falló, en lugar de descubrir que fue lo que ocasionó el fracaso y así reparar el daño. Comúnmente, para reparar el daño se compromete el futuro del club haciendo caso omiso de las iniciativas que deben ponerse en práctica para el largo plazo, que es lo apropiado en ésta situación. Los líderes encuentran que lo más sencillo es enfocarse a los detalles de corto plazo; sin embargo, para salir de este atolladero, lo conducente es el profundizar en la misión y visión de la filosofía rotaria para elaborar y poner en práctica un plan eficaz de largo plazo y así lograr la restauración integral del club.

Burocracia
Si el club no desapareció en la etapa anterior, éste se burocratiza. Se forman camarillas que controlan al club y lo conducen por la ruta que significa el interés particular para el mencionado grupo de presión. El pragmatismo, la flexibilidad, el dinamismo y las iniciativas de servicio, como herramientas eficaces de trabajo desaparecen. Las reuniones de la Junta Directiva comienzan a ser monótonas y aburridas y sus integrantes no muestran el vigor y la pasión por la filosofía rotaria, con el consecuente abatimiento funcional, que es la antesala de la desaparición del club.

Fallecimiento
Esta etapa final puede ser que persista por un largo tiempo. El Gobernador del Distrito les ofrece dar el apoyo a los dirigentes del club, el cual es necesario para revivir a la moribunda organización; sin embargo, si Rotary International no percibe mejoramiento alguno, esta institución insistirá en retirar la Carta Constitutiva del Club Rotario. De la misma manera, el Gobernador del Distrito coincidirá que el enfermo no tiene remedio, y finalmente llegará el triste desenlace con la desaparición del club.

Arturo Garza Uribe
Gobernador 1996-97
Distrito 4130
Rotary International

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